lunes, 9 de septiembre de 2013

C'est le temps qui court.

Et c'est le temps qui court...



Y corre de verdad... parece mentira, hace un año estaba hecha un manojo de nervios... ¡¡comenzaba mi vida en París!! Sabía que iba a estar encantada, no tenía la menor duda de que en París iba a ser feliz pero... el miedo a una ciudad tan grande y a estar lejos durante tanto tiempo de los míos ensombrecía esa emoción. Ay qué cursi y redicha me pongo cuando quiero!! Jajajaja!! Aviso que hoy el post es sentimental y ñoñísimo! Por si alguien quiere dejar de leer jajaja, hoy cero recomendaciones!!

Ahora hablando en serio, estaba "acongojadita"!! Así que hoy, un año más tarde y aunque se lo he dicho mil veces, creo que nunca serán suficientes para dar las gracias a mis padres. Y es que consiguieron hacer fácil lo difícil, simplemente estando a mi lado mis primeros días allí.

Una tarde, el verano pasado, cuando estaba mirando vuelos a París mi madre me dijo que por qué no se venía conmigo; que ella se quedaba mucho más tranquila viendo dónde iba a vivir y además así me ayudaba en esos primeros días. Evidentemente, no dudé ni un segundo!! ¡¡Qué tranquilidad!! Y claro está que cuando se lo comentamos a mi padre su reacción fue... ¡¡yo también me apunto!!

Llegó el día y después de un desayuno sorpresa con mis amigas y de despedirme de Nacho, mis hermanos, mis abuelos... hecha un mar de lágrimas, nos pusimos rumbo a París. Visitar, lo que se dice visitar, no visitamos absolutamente nada más que las secciones de cocina y hogar de Galeries Lafayette y BHV. Gracias por la paciencia, gracias por hacerme sentir que daba igual que estuvieseis en la ciudad más bonita del mundo porque lo que importaba era instalarme y dejarme con todo solucionado; no ibais con el propósito de ver París sino con la idea bien clara de AYUDARME, ya fuese en París o en Medina del Campo. Gracias, gracias, gracias!!! No os imagináis lo que lo valoré, vuestra ayuda y el hecho de transmitirme que aquello era lo normal, que qué menos... cuando sabía perfectamente que tenía una suerte increíble. Una casa absolutamente vacía que decoramos en un visto y no visto, papeleos que solucionamos en un santiamén... de verdad, hicisteis fácil lo difícil. ¿Que podría haberlo hecho sola? No teníais ninguna duda de que sí, pero aún así me tendisteis la mano. Si hasta fue gracias a mi padre (el suuuper tímido de mi padre) por lo que conocí a mis amigas!!

El querer ayudar de mi madre y el querer disfrutar de mi padre hicieron de mi llegada a París un viaje perfecto. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!! Convertisteis mi agobio total en unos días divertidísimos en los que papá nos hizo reír como dos bobas con su francés depurado, su "habitasión triple sil vus plé" y el "eau del grif". 

Y ahora, un año más tarde... ya lo dice la canción, que c'est le temps qui court...

Así que, a disfrutar del lunes aunque para muchos sea "vuelta al cole"!!!

Ce.

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