Paris que je te quitte, que je change, que je change de capitale... C'est fini Paris...
Sí señores, sí... esto llega a su fin. Como bien dice la cancion...
Se acabaron los paseos a lo largo del canal, las escaleras de postal, se acabó el cielo gris... Se acabó París, está decidido... me voy... Conozco mucho tus bocas de metro, tus Bateau Mouche y el color del agua... lo conozco demasiado...
París te dejo, cambio de capital...
París me lo da todo, y por ello siempre he querido volver. La ciudad, mis amigos, la gente, a-d-o-r-o París... En Estrasburgo estaba feliz, pero cuando me dieron la oportunidad de venirme de nuevo... ni siquiera lo dudé!! Y ahora que me voy... me voy queriendo volver, me voy sabiendo que siempre tendré la mirada puesta en París, en la posibilidad de volver a vivir aquí.
Cuando empezó esta segunda parte en París pensé que sería por mucho tiempo... y es que han sido unos meses TAN maravillosos... mi estudio parisino y su terraza, los meses de buen tiempo, mis amigos, los de siempre y los nuevos... la idea de juntar mi ciudad favorita con estar cumpliendo mi sueño profesional... qué más se puede pedir! Si por las mañanas, caminando hacia la UNESCO, todos los días me sale una sonrisa al pensar la suerte que he tenido de poder disfrutar París por segunda vez... y tan intensamente.
Gracias París, gracias porque aquí soy feliz. Gracias a la vida... y gracias a mis padres... que cuando me lancé en todo esto nunca dudaron en apoyarme... aún sin saber muy bien a dónde me iba a llevar...
Pues mira por donde, me ha traído de nuevo a mi ciudad... y me ha dejado exprimirla al máximo otra vez. Redescubrirla.
Y ahora, 6 meses después... vuelvo a hacer las maletas, de nuevo antes de lo previsto... Como dice mi hermana, ¡¡vaya vida de feriante!! Pero, en el fondo, me encanta... Y desde luego, no dejaría París, ni la UNESCO, si no fuera por una oportunidad imposible de rechazar... ¿Cual?
Aprender a... CÓMO SOBREVIVIR EN BRUSELAS.
Así es! A finales de septiembre me mudo a Bruselas, para seguir haciendo lo que me gusta y seguir cumpliendo sueños... Y esto último es tan cursi, como cierto.
¿Qué pasará con el blog? Ni idea... De momento, lo único que sé es que la semana que viene cuando deje París estaré llorando como una madalena en el avión, que me da una pena terrible dejar esta ciudad... Pero que, a la vez, tengo unas ganas locas de que comience mi nueva etapa en Bruselas.
Eso sí, antes necesito recargar pilas, y nada mejor como unas semanas en la playa en Galicia con mi familia, y disfrutando de mis amigas en Valladolid. ¡Qué ganas tengo de estar en casa!
Me despido, quién sabe hasta cuando, con una cita que hace un tiempo me envió mi hermana...
"Todo se acaba, pensé. Todo menos París, me digo ahora. Todo se acaba menos París, que no se acaba nunca, me acompaña siempre, me persigue, significa mi juventud. Vaya a donde vaya, viaja conmigo, es una fiesta que me sigue. Ya puede acabarse este verano, que se acabará. Ya puede hundirse el mundo, que se hundirá. Pero mi juventud, pero París no ha de acabarse nunca". Enrique Vila-Matas, París no se acaba nunca.
Ha sido un auténtico placer.
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Que tengáis un muy buen día :)
Ce,