Día 2.
Después de conocer el casco antiguo de Oporto, en nuestro segundo día cruzamos a la otra orilla del río: Vila Nova da Gaia. Para llegar desde Oporto basta
con cruzar el Puente Luis I. Nosotros lo cruzamos a pie, disfrutando de unas vistas espectaculares, además tuvimos una suerte con el tiempo...
No se puede ir a Oporto y no visitar las bodegas de Vila Nova da Gaia, además, desde la orilla izquierda del Duero se ve la imagen típica de la ribera de Oporto.
Para llegar desde la parte de arriba del puente, nosotros cogimos un funicular, desde donde las vistas de nuevo son preciosas...
La visita a las bodegas incluye una cata, y suele rondar los 2-5€. Algunas de las bodegas más famosas son: Bodega
Ramos Pinto, Sandeman, Calem...
Después de la visita por las bodegas, y de un par de catas... comimos en la orilla con vistas a la ribera, donde después cogimos un barco para dar un paseo por el Duero. Una de
las estampas más típicas de Vila Nova de Gaia son los llamados
"rabelos", unos barquitos de madera que se construyeron
originariamente para el transporte de los toneles de vino y hoy en día se
utilizan como reclamo turístico para hacer pequeños cruceros por el Duero.
Después del paseo en barco, y de camino al hotel pudimos dar un paseo por la Ribiera de día, y las calles de Oporto, llenas de encanto.
A mi Oporto me enamoró... ese aire decadente, el bullicio de las calles, el vino y el buen tiempo... ¡¡qué tengáis un muy buen fin de semana!
Ce.